7 Elementos para Decidir qué Cuenta Corriente te Conviene Más

A la hora de abrir una cuenta corriente, decidir cuál es la que más nos interesa es algo que puede tener cierta complicación. El motivo es que coincide que hay un buen número de bancos  y que cada uno de ellos ofrece diferentes opciones. 

Así que nos encontramos con que hay que elegir una de entre muchas posibilidades y el hecho de que exista un abanico tan amplio, en contra de lo que pueda parecer, dificulta el tomar una decisión.

Para facilitarte la labor, en este artículo te vamos a dar una lista de 7 elementos que te vendrá bien  tener en cuenta antes de decantarte por una opción determinada.

¿Tienes claro que lo que necesitas es una cuenta corriente?

Posiblemente sí, pero antes de avanzar conviene que sepas que no es lo mismo una cuenta corriente y una cuenta de ahorro.

En ambos casos se puede ingresar dinero y disponer de él de inmediato, pero mientras la cuenta de ahorro es un producto pensado especialmente para eso, para ahorrar, la cuenta corriente no.

Y ese es el motivo por el que mientras que en la cuenta corriente se facilita al máximo la operativa de entrada y salida de fondos en la cuenta de ahorro la intención es que el dinero se ingrese y se mantenga.

A efectos prácticos esto se traduce en que es en la cuenta de ahorro donde puedes obtener una rentabilidad por tu dinero (ahora muy pequeña, la verdad) mientras que, normalmente, no podrás tener un saldo en descubierto ni disponer de talonario de cheques, por ejemplo.

Te interesará una u otra en función de cual sea tu intención.

 

Comisiones y gastos

Un punto muy importante a considerar es el coste que nos va a suponer la cuenta y que se materializa en las comisiones y los gastos a los que habrá que hacer frente.

Fíjate en si hay comisiones fijas mensuales o trimestrales, por ejemplo, y cuáles son las que corresponden a la hora de realizar operaciones puntuales como pueden ser transferencias o ingreso de cheques.

Rentabilidad y promociones

Hay cuentas corrientes con las que puedes obtener un regalo en el momento de su apertura, la devolución de un porcentaje de los recibos domiciliados, una rentabilidad si se mantiene un saldo mínimo, etc.

Investiga esta posibilidad, porque el beneficio puede venir por otro sitio diferente al típico ahorro de comisiones.

 

Tarjetas asociadas a la cuenta

Otro elemento a tener en cuenta es si la cuenta lleva asociada una tarjeta (que normalmente es así) y cuál es su coste.

Además mira de qué tipo es, porque te puedes encontrar con dos diferentes:

  • Tarjeta de débito: cada vez que haces un pago con ella el importe se carga directamente en la cuenta.
  • Tarjeta de crédito: puedes ir haciendo pagos hasta el límite que tienes concedido y el importe acumulado se cargará en la cuenta en la fecha estipulada. 

Con la tarjeta de crédito puedes pagar aunque en ese momento no tengas dinero suficiente en la cuenta. Con la de débito no.

Oficinas y cajeros automáticos

Si tienes que ir a realizar alguna gestión en persona ¿te resulta buena la localización de la oficina del banco? ¿Y el horario? Ten en cuenta que cada vez es más habitual que determinadas operaciones solo se puedan llevar a cabo en horas muy concretas. 

No te olvides del cajero automático ¿lo tienes cerca?

Facilidad de manejo por internet

La tendencia es que cada vez todo lo relativo al banco se lleve a cabo de forma online. En ese sentido debes asegurarte de que la plataforma de la entidad te resulte fácil de manejar. Y mira también cómo es la app que te puedes descargar en el móvil.

 

Atención al cliente

No es nada raro que en algún momento necesites contactar con personal del banco fuera del horario de oficina. Comprueba cómo y cuándo puedes hacerlo.

Se trata de saber si el servicio de atención al cliente se adapta a tus necesidades.

 

Y hasta aquí llego. Espero que estas ideas te sean útiles para comparar diferentes cuentas corrientes y para elegir la más conveniente para ti.