Las oficinas de toda la vida, formadas por despachos y recepción con sala de espera, son cada vez menos operativas.
El motivo es que tanto la estructura jerarquizada y organizativa de las empresas como la forma de trabajar y de relacionarse de los empleados ha evolucionado y es bastante diferente.
Si unimos eso al hecho de que en muchos casos, en mayor o menor medida, se trabaja en remoto, resulta que el adecuar los espacios físicos a la nueva situación es prácticamente una necesidad evidente.
En este artículo no vamos a hablar de la forma en la que esta adaptación se puede llevar a cabo porque de eso las que realmente saben son las empresas especializadas en mobiliario de oficina (como, por ejemplo, Ofita España).
Aquí nos centraremos en un figura que está ganando cada vez más protagonismo porque cumple muy bien con la función de dar respuesta a las necesidades que surgen a raíz de este nuevo paradigma laboral que se da en muchas empresas.
Ojo, no estamos hablando de los “coworking”, que son lugares en los que se comparte el espacio de trabajo con otros profesionales o empresarios con actividades independientes y que lo único que los une, a priori, es que trabajan en un lugar compartido por el que pagan un alquiler.
Nos referimos a los espacios colaborativos dentro de las instalaciones de la empresa y que utilizan sus empleados (y puede que también los clientes).
Es decir, estamos hablando de estancias amplias en las que los trabajadores desempeñan su oficio compartiendo el mismo ambiente en vez de hacerlo en los típicos despachos de siempre; a lugares funcionales y luminosos en los que es más fácil la interacción; a salas en las que se pueda trabajar de pié alrededor de una mesa alta o sentado en unos cómodos sillones.
Las ventajas y beneficios que ofrecen a las empresas son múltiples:
8 Ventajas de los espacios colaborativos en la oficina
1.- Favorecen el intercambio de ideas, por lo que los proyectos se pueden afrontar desde diferentes perspectivas. Y al aumentar el número de puntos de vista las soluciones suelen ser más creativas.
2.- Mejoran el ambiente de trabajo porque favorecen la relación entre los empleados y la creación de vínculos de amistad. Como consecuencia, al cumplir con las obligaciones en un entorno agradable la productividad y eficiencia aumenta.
3.- Es mucho más fácil trabajar en equipo cuando se comparte el mismo espacio. Estar rodeado de otros anima a ser más colaborativo.
4.- Facilita que quienes trabajan en remoto puedan tener contacto con más compañeros a la vez.
5.- Refuerza el sentido de pertenencia al grupo y para la empresa es más fácil promover sus valores.
6.- Otorgan una imagen moderna y dinámica, lo que en determinados sectores causa muy buena impresión en los clientes.
7.- Atraen talento joven, porque este tipo de empleados se encuentran más cómodos en lugares de trabajo menos tradicionales.
8.- Mejoran el estado de ánimo, reducen el nivel de estrés y aumentan la motivación.
En definitiva, todo lo que suponga un aumento en el nivel de satisfacción de los trabajadores va a redundar en su eficiencia y productividad y va a disminuir el riesgo de fuga de talento. Todo esto es, sin duda, interesante para cualquier tipo de empresa.