6 Formas de Obtener Financiación de una Entidad de Crédito

 

Cualquier empresa necesita financiación en un momento dado porque no es raro que se den situaciones en las que falte tesorería para realizar inversiones, sufragar gastos imprevistos o suplir una bajada puntual de ingresos, por ejemplo.

La forma más común de obtener ese dinero necesario es acudir a una entidad financiera. Y de los diferentes productos que éstas pueden ofrecer, en este artículo vamos a esbozar a grandes rasgos los 6 más utilizados.

Empezamos:

Préstamo online

De un tiempo para acá los préstamos online se han convertido en una fuente de financiación rápida y fácil. Se pueden obtener, por ejemplo, créditos sin nómina domiciliada en muy pocos minutos.

Por su sencillez y comodidad es una vía cada vez más utilizada.

 

Préstamo hipotecario 

El préstamo hipotecario es aquel en el que hay un inmueble garantizando la devolución del importe total, de forma que si ésta no tiene lugar la financiera podrá promover la venta del inmueble con el fin de cobrar lo que se le debe.

Es una figura pensada para préstamos de cierto importe y se caracteriza por tener un plazo de devolución más largo, un tipo de interés más bajo y unos trámites más complejos que un préstamo personal.

Préstamo personal 

A diferencia de lo que ocurre en el préstamo hipotecario, en el personal no existe ningún bien que de forma específica quede afecto al cumplimiento de la obligación de devolución, sino que quien recibe el dinero responderá con todo su patrimonio personal tanto presente como futuro.

Es decir, si, por ejemplo, no devuelvo el dinero de un préstamo que recibí en su día la entidad de crédito puede solicitar el embargo de cualquiera de mis bienes (dinero en cuentas corrientes, nómina, coche, vivienda…) y si con los actuales no hay suficiente podrá hacer lo mismo con los que adquiera en el futuro.

 

Póliza de crédito 

Mediante la póliza de crédito la entidad financiera pone a disposición del cliente una determinada cantidad de dinero durante un plazo concreto, de forma que éste podrá ir haciendo uso de ese importe las veces que quiera y en las cuantías que desee. 

A diferencia de lo que ocurre en el préstamo, en la póliza no se recibe el dinero tal cual sino que lo que se tiene es la posibilidad de disponer de él hasta el límite concedido. 

No solo se pueden hacer retiradas de fondos sino también aportaciones y el banco cobrará los intereses solo por las cantidades dispuestas. Una vez llegado el vencimiento pactado (normalmente un año) habrá que devolver todo.

Línea de descuento 

A muy grandes rasgos (y para situarnos) podemos decir que una letra de cambio y un pagaré son efectos comerciales que incluyen la promesa de pagar una cantidad de dinero en una fecha determinada.

Por ejemplo, un cliente me paga una factura de 5.000 euros mediante la entrega de un pagaré a 30 días. Esto quiere decir que recibiré ese importe cuando pasen esos 30 días.

Pero existe la posibilidad de hacerlo antes y es mediante su descuento bancario: el banco me paga la cantidad hoy mismo y él se encarga de cobrar del cliente cuando pasen los 30 días. 

Para hacer esto es necesario que previamente yo tenga con el banco un contrato de línea de descuento.

 

Factoring 

El factoring presenta cierta similitud con el descuento de efectos porque mediante esta figura la empresa cobra por adelantado el importe de una o varias facturas y cede al banco el derecho a reclamarlas al cliente cuando llegue la fecha de cobro pactada.

Por ejemplo, tengo una factura pendiente por importe de 10.000 euros y un acuerdo con el cliente de que me la pagará dentro de 3 meses.

Pues bien, mediante el factoring el banco me adelantará el dinero ahora y al cabo de los 3 meses se dirigirá al cliente para cobrar la factura.