La Globalización en la Gestión Empresarial: Empleo y Formación

La globalización es un fenómeno en el que nos hallamos inmersos desde hace años, pero sus efectos en el mundo empresarial son cada vez mayores. 

Como no puede ser de otra manera, afecta también a la empleabilidad y hace que una buena formación en gestión empresarial sea cada vez más necesaria.

En este artículo abordamos este tema de una forma muy pragmática, poniendo de manifiesto las consecuencias más importantes que el actual paradigma produce en el aspecto laboral y una buena solución a adoptar para paliar las que pueden suponer un problema.

 

Qué implica la globalización para las empresas 

Desde el punto de vista económico, la globalización implica, fundamentalmente, una gran  apertura de los mercados, lo que hace que las posibilidades de que las empresas amplíen sus límites y no se ciñan al ámbito geográfico de su país sean enormes.

La tecnología abre la puerta a un nivel de internacionalización que hace unas décadas era impensable y, además, lo hace accesible para pequeñas empresas que no cuentan con un gran respaldo económico.

Piensa que una tienda online de raquetas de pádel, por ejemplo, puede vender sus productos en todo el mundo. Así como suena. Y también un profesor de inglés puede impartir clases a través de zoom a alumnos de cualquier país.

Si esta amplitud de miras la puede tener cualquiera que cuente con una buena conexión a internet no digamos ya las grandes empresas…

Que las posibilidades son infinitas está claro, como también lo está el hecho de que la competencia aumenta en la misma proporción: las empresas pueden hacer negocio dentro y fuera de su país, lo que quiere decir que también compiten con otras extranjeras tanto dentro como fuera de su territorio.

Principales efectos que produce en el empleo 

El efecto positivo es evidente porque el hecho de que se diluyan las fronteras para las empresas hace que los trabajadores también puedan optar a un mercado laboral muchísimo más amplio, en el que ya no tienen que ceñirse a un ámbito geográfico concreto.

Por contra, determinados puestos de trabajo que requieren de mano de obra poco o nada cualificada van a sufrir un importante descenso porque se van a suplir con soluciones aportadas por la tecnología.

Y para el resto, al igual que ocurre desde el punto de vista de la empresa, la competencia va a ser más alta porque el número de aspirantes  va a ser mayor.

No cabe duda de que el acceso y la estabilidad en el empleo se van a regir por normas muy distintas a las que estábamos acostumbrados, tanto para bien como para mal.

 

Y qué papel juega la formación en todo esto 

La formación juega un papel fundamental, tanto en la situación actual  como en el futuro que se avecina.

Las profesiones más demandadas y mejor pagadas van a ser aquellas que desempeñen funciones que no pueden ser realizadas por las máquinas. Las que el talento y la impronta personal marquen la diferencia.

Sin duda la especialización va a tener aún más auge, si cabe, y todo aquello que implique el diseño de estrategias, la toma de decisiones y la optimización de recursos va a estar muy valorado. En este sentido, la gestión empresarial y el marketing, por ejemplo, están en los primeros puestos de la lista.

La formación siempre suma, eso está claro, pero la situación actual la convierte en algo realmente imprescindible si quieres ampliar o mejorar tus opciones laborales, tanto para poder optar a puestos de trabajo realmente interesantes como para poder destacar entre otros aspirantes con los que habrás de competir.