Los impuestos progresivos junto con los regresivos y los proporcionales forman una de las clasificaciones más importantes de nuestro sistema tributario.
En este artículo vamos a explicar qué es cada uno de ellos de una forma clara y sencilla, pero vamos a profundizar más en los primeros.
Y trataremos aspectos tales como el objetivo que se persigue al establecerlos o los posibles efectos negativos que pueden producir según sus detractores.
Para saber sobre todo esto, sólo tienes que seguir leyendo.
Índice
Impuestos progresivos: definición, ejemplo y objetivo principal
Antes de ver lo que es un impuesto progresivo creo que merece la pena dejar clara la diferencia entre los dos siguientes conceptos (y luego verás por qué):
- Tipo de gravamen: es el porcentaje que se aplica a la base imponible para calcular la cuota del impuesto.
Por ejemplo: el 21% es el tipo de gravamen general que se aplica para calcular el Impuesto sobre el Valor Añadido, de forma que si me compro un coche que cuesta 10.000 euros (base imponible) tendré que pagar un IVA de 2.100 euros (cuota).
- Tipo medio de gravamen: Es el coste real del impuesto y se calcula dividiendo la cuota entre la base imponible. El resultado se multiplica por cien para obtener un porcentaje.
Siguiendo con el ejemplo anterior, supongamos que la ley establece que para los coches rojos existe una bonificación de 500 euros en la cuota de IVA.
En este caso, como mi coche es rojo, el impuesto a pagar será de 1.600 euros. Eso significa que el tipo medio de gravamen (cuota entre base imponible) es del 16% [(1.600 : 10.000) x 100].
En el primer ejemplo, tipo de gravamen y tipo medio de gravamen coinciden: ambos son el 21% porque la cuota que tengo que pagar (2.100 euros) es el 21% de la base imponible.
Sin embargo, en el segundo ejemplo el tipo de gravamen sigue siendo el mismo que en el primer caso, el 21%, pero el tipo medio de gravamen es del 16% porque yo, en realidad, sólo voy a pagar de IVA el 16% de la base imponible: 1.600 euros y esa es mi tributación real.
Definición
Los impuestos progresivos son aquellos en los que el tipo medio de gravamen va creciendo a medida que lo hace la base imponible, de forma que mientras más alta sea la capacidad económica del contribuyente mayor será el porcentaje por el que tendrá que tributar.
Veamos esta definición con más detalle:
- “El tipo medio de gravamen va creciendo”: Hablamos de que va creciendo el “tipo medio de gravamen” (que hemos explicado antes). Es decir, lo que sube es el coste real del impuesto. Esto a veces coincidirá con una subida del tipo aplicable pero no tiene por qué ser así necesariamente (más adelante veremos la razón).
- “A medida que lo hace la base imponible”: La progresividad va unida al incremento de la base imponible, de forma que si ésta no aumenta tampoco lo hará el tipo medio.
- “Mientras más alta sea la capacidad económica del contribuyente mayor será su tributación”: Se trata de que los sujetos con más recursos asuman una mayor carga fiscal.
Ejemplo
Imagina un impuesto que se calcula de la siguiente manera:
- Cuando la base imponible sea igual o inferior a 100.000 euros se tributará al 20%.
- Cuando la base imponible sea superior a 100.000 euros se tributará al 30%.
Veamos dos casos distintos:
Base imponible | Tipo de gravamen | Cuota a pagar | Tipo medio efectivo | |
Caso 1 | 100.000 | 20% | 20.000 | 20% |
Caso 2 | 200.000 | 30% | 60.000 | 30% |
El contribuyente del caso 2 gana el doble que el del caso 1, pero no paga el doble (que serían 40.000 euros) sino que paga el triple.
Esto es la progresividad en un impuesto.
Objetivo
Con el establecimiento de impuestos de carácter progresivo lo que se persigue es conseguir una redistribución de la riqueza: quien más tiene paga más que quien tiene menos.
De esta forma, no todos colaboraremos en la misma medida en el sostenimiento de las arcas públicas sino que la aportación de los contribuyentes con rentas más altas será superior.
Y este efecto se produce no porque su base imponible sea mayor (que también) sino porque el porcentaje que se aplica sobre la misma es superior debido a su progresividad.
Ya lo has visto en el ejemplo del punto anterior…
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Impuestos progresivos, regresivos y proporcionales
Atendiendo a la naturaleza de su tipo medio de gravamen los impuestos pueden ser progresivos, regresivos o proporcionales.
Los progresivos ya hemos visto lo que son, así que aquí los diferenciaremos de los otros dos tipos.
- Impuestos regresivos: son aquellos en los que el tipo impositivo disminuye a medida que va disminuyendo la base imponible. La regresividad es lo totalmente opuesto a la progresividad: a más riqueza menos tributación.
- Impuestos proporcionales: en ellos el tipo de gravamen permanece invariable sea cual sea el importe de la base imponible sobre el que se aplique.
Ejemplos
Veamos un ejemplo del cálculo de cada uno de estos tipos de impuestos:
Ejemplo 1
Base Imponible | Tipo | Cuota (Base x tipo) | Tipo medio efectivo (cuota / base) |
10.000 | 10% | 1.000 | 10% |
200.000 | 10% | 10.000 | 10% |
Aumento de base imponible y tipo medio invariable = Impuesto Proporcional
Ejemplo 2
Base Imponible | Tipo | Cuota (Base x tipo) | Tipo medio efectivo (cuota/ base) |
10.000 | 10% | 1.000 | 10% |
200.000 | 20% | 40.000 | 20% |
Aumento de base imponible y tipo medio crece = Impuesto Progresivo
Ejemplo 3
Base Imponible | Tipo | Cuota (Base x tipo) | Tipo medio efectivo (cuota/ base) |
10.000 | 10% | 1.000 | 10% |
200.000 | 5% | 10.000 | 5% |
Aumento de base imponible y tipo medio disminuye = Impuesto Regresivo
¿Cómo se consigue la progresividad de un impuesto?
La progresividad se puede conseguir de dos formas diferentes:
- Mediante un tipo de gravamen que va aumentando progresivamente.
- Con un tipo de gravamen proporcional pero estableciendo reducciones, deducciones y/o bonificaciones que hacen que, al final, el “coste real” del tributo sea superior para las rentas más altas.
Ejemplos de impuestos progresivos y proporcionales en España
Ejemplos de impuestos progresivos:
- Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas
- Impuesto sobre el Patrimonio
- Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
En estos casos, la escala de gravamen está configurada por tramos de forma que a cada tramo de base liquidable se le aplica un porcentaje cada vez mayor.
Un ejemplo de tabla podría ser:
Hasta 10.000 euros de base se aplicará un tipo de gravamen del 10%.
De 10.001 hasta 20.000 euros se aplicará un tipo de gravamen del 15%.
De 20.001 hasta 30.000 euros se aplicará un tipo de gravamen del 20%.
…
Ejemplos de impuestos proporcionales:
- Impuesto de Sociedades
- Impuesto sobre el Valor Añadido
- Impuesto sobre Bienes Inmuebles
En estos impuestos se establece un tipo de gravamen que se aplica independientemente del volumen mayor o menor de la base imponible.
Y así, por ejemplo, el 21% de IVA se aplica a la compra de un vehículo tanto si el precio de éste es de 10.000 euros como si es de 1.000.000.
Críticas y posibles consecuencias negativas
Si bien la constitución española establece en su artículo 31 un modelo fiscal progresivo, no todo el mundo está de acuerdo con que esta clase de impuestos sean justos o recomendables.
Tal vez la crítica más importante sea la que defiende que el efecto que realmente se produce es el de “penalizar” a los contribuyentes con rentas más altas. Y esto implicaría, básicamente:
- Conculcar el derecho de igualdad consagrado constitucionalmente, en el sentido de que no todos los ciudadanos contribuirían a los ingresos del estado de la misma manera sino que unos asumirían un coste superior al de otros.
- Desincentivar la iniciativa empresarial y el interés personal por aumentar la prosperidad económica, al pensar que un mayor esfuerzo o éxito financiero va a conllevar, inevitablemente, un superior coste económico en forma de tributos.
- Un mayor nivel de fraude y de evasión fiscal.
Y hasta aquí llego con este artículo. Espero que, tras leerlo, no te queden dudas sobre los impuestos progresivos y que te sea de utilidad.