¿Tienes dudas sobre la diferencia entre préstamo y crédito?
Con este artículo las resolverás todas, porque te lo explico con términos sencillos y claros y con ejemplos que te facilitarán aún más la comprensión.
Empezaremos viendo qué es exactamente cada una de estas figuras y con eso la diferencia nos vendrá prácticamente dada.
Analizaremos también cuando interesa una u otra y, por último, te explicaré la diferencia entre póliza de crédito y préstamo.
Índice
Qué es un préstamo y qué es un crédito
Antes de ir directamente a la diferencia entre préstamo y crédito veremos que es exactamente cada uno de estos instrumentos financieros.
[Qué es el confirming y cómo funciona]
Qué es un préstamo
Como este blog es de temas económicos nos referiremos al préstamo de dinero únicamente, no al de otra cosa. Así que teniendo esto en cuenta podemos decir que:
Un préstamo es un contrato por el cual una de las partes (prestamista) entrega una cantidad de dinero a otra (prestataria) que tendrá que devolverlo según las condiciones y términos pactados.
Estos términos versarán, por ejemplo, sobre:
- El plazo de devolución
- El tipo de interés aplicable
- El importe de las cuotas
- La forma de pago
- La penalización por el retraso en el pago
- Etc.
Ejemplo de préstamo
El banco me concede un préstamo de 10.000 euros a devolver en 3 años a un tipo de interés del 7% y mediante cuotas mensuales.
Esto implica que:
El banco me ingresa en mi cuenta 10.000 euros y yo tendré una deuda por ese importe. La iré devolviendo mediante el pago de las cuotas que haré cada mes durante los 3 años pactados.
Esas cuotas incluirán:
- Una parte de capital, que es lo que se destina a devolución de la deuda.
- Y otra parte de interés, calculado al 7%.
Cuando finalice el plazo de los tres años ya habré devuelto todo el préstamo y no tendré ninguna deuda con el banco.
También es posible que se haya previsto la posibilidad de una cancelación anticipada con o sin comisión. En ese caso, si devuelvo la totalidad de la deuda en un momento dado en ese instante finalizará el contrato, teniendo en cuenta que sólo tendré que abonar el capital pendiente (y la comisión que corresponda si procede).
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Qué es un crédito
Un crédito es una suma de dinero que la entidad financiera pone a disposición de su cliente de forma que éste podrá disponer parcial o totalmente de ella durante el plazo acordado y en las condiciones previstas. Llegado el vencimiento, deberá reponerla en su totalidad salvo que se pacte su renovación o ampliación.
En el contrato se deberán regular los distintos aspectos que regirán la operación, por ejemplo:
- Duración e importe máximo del crédito
- Forma de disponer de las cantidades
- Tipo de interés aplicable a las cantidades dispuestas
- Fechas en las que se devengarán los intereses
- Comisión por no disposición.
- Etc.
Las figuras en las que este tipo de financiación se concreta más habitualmente son:
- La tarjeta de crédito, con la que tanto particulares como empresas pueden disponer de cierta cantidad de dinero haciendo uso de una tarjeta (y los códigos que contiene) que la entidad entrega para tal efecto.
- La póliza de crédito (o línea de crédito), que, a efectos prácticos, funciona de forma muy parecida a una cuenta corriente bancaria (porque se suele articular mediante una) y en la que se pueden hacer ingresos y retiradas de fondos hasta el límite concedido.
Ejemplo de crédito
El banco me concede un crédito por importe de 10.000 por un plazo de 3 años. El interés aplicable es el 7% sobre las cantidades dispuestas y se hará efectivo trimestralmente.
Significa que tengo la posibilidad de disponer de 10.000 durante un plazo de 3 años, pero puedo hacerlo según mis necesidades o preferencias. Por ejemplo:
- Retiro 3.000 euros, por lo que aún podré disponer de otros 7.000.
- Devuelvo 2.000, así que podré disponer de 9.000
- Después utilizo los 9.000, con lo que he llegado al límite
- Repongo 6.000: vuelvo a tener un saldo de 4.000
Y así hasta que venza el plazo de los tres años, momento en el cual tendré que reponer el total dispuesto o bien renovar o ampliar el contrato (si la entidad financiera está dispuesta, claro).
Respecto a los intereses, tendré que pagarlos según lo previsto: trimestralmente y a razón de un 7% sobre las cantidades dispuestas.
Esto supone que sólo tendré que pagar intereses por el tiempo que “realmente” el dinero está en mi poder, no por el que está a mi disposición. Así que las reposiciones que vaya haciendo minoran los intereses que se devengan.
Diferencia entre préstamo y crédito
Como has podido observar en lo expuesto hasta aquí, la principal diferencia entre un préstamo y un crédito es la siguiente:
- En un préstamo, la entidad financiera entrega una cantidad de dinero a la otra parte, de forma que ésta tendrá que devolverla en el plazo y con las condiciones que hayan pactado.
- En un crédito, la entidad financiera pone a disposición de la otra parte, una cantidad máxima de dinero, de forma que ésta podrá disponer total o parcialmente de él durante el período de tiempo que dure el contrato.
Esa es la principal característica que distingue ambas figuras. Pero además existen otras diferencias, de las que merece la pena destacar las siguientes:
- El préstamo está más indicado para hacer frente al pago de inversiones mientras que la naturaleza del crédito hace que sea más idóneo para suplir necesidades puntuales de tesorería.
- Los intereses que se cobran por un crédito suelen ser más altos que los de un préstamo.
- Además, en el préstamo se pagan intereses desde el minuto uno mientras que en el crédito los intereses se devengan a medida que se va disponiendo del dinero y solo por el tiempo real en que se ha estado “usando”. También se suele pactar una comisión por “no disposición”.
- Al devolver el importe total de un préstamo se termina el contrato. En el crédito no ocurre así, porque se podrá volver a disponer de cantidades mientras esté en vigor el contrato y, además, llegado a su término se podrá también renovar o ampliar.
- La duración de ambas figuras suele ser distinta: el crédito se concede por un período de tiempo normalmente bastante más inferior que el de un préstamo.
- Mientras que el préstamo es una fuente financiación a la que recurren tanto empresas como particulares, la línea de crédito (o póliza de crédito) es una figura pensada más para las empresas.
Otra diferencia entre crédito y préstamo: las garantías
Existe otro elemento en el que se diferencian el préstamo y el crédito y es en el tema de las garantías que se suelen aportar para asegurar el buen fin de la operación.
Me refiero a lo siguiente:
En ambos casos estamos ante una figura financiera que implica:
- Que la empresa percibe un dinero que tiene que devolver.
- Que la entidad de crédito entrega un dinero que espera recuperar.
En realidad, la entidad financiera está asumiendo un riesgo importante porque si la empresa finalmente no devuelve el capital recibido la que lo ha entregado es la que lo pierde.
Para minimizar ese riesgo todo lo posible es muy habitual que el prestatario o el beneficiario del crédito tenga que aportar algún tipo de garantía, ya sea:
- Garantía personal: por la que otra persona (que se llama fiador o avalista) se obliga a pagar la deuda en el caso que el deudor no lo haga.
- Garantía real: por la que se afecta la propiedad de un inmueble al cumplimiento de la obligación, de forma que si no se devuelve el dinero el inmueble en cuestión pasará a ser propiedad de la financiera y así se cancelará la deuda pendiente.
Pues bien, en la mayoría de los casos la garantía real se suele dar en el préstamo y no en el crédito porque es muy costosa (requiere de escritura pública e inscripción en el registro de la propiedad, tanto para su constitución como para su cancelación) y está más pensada para operaciones de mayor importe y, sobre todo, de mayor plazo de devolución como es el préstamo.
Diferencia entre póliza de crédito y préstamo
Esta es una cuestión que trato en un apartado específico porque se pregunta bastante a menudo tal cual: “¿cuál es la diferencia entre póliza de crédito y préstamo?”.
La póliza de crédito es, junto a la tarjeta de crédito, una de las figuras más utilizadas a la hora de articular una operación de crédito.
Como hemos visto, mediante la póliza de crédito la entidad financiera pone a disposición del cliente una cantidad de dinero máxima de la que éste podrá disponer en todo o en parte. Puede ir haciendo devoluciones y nuevas disposiciones a lo largo de la duración del contrato y hasta la finalización del mismo.
Normalmente se articula a través de una cuenta corriente y, básicamente, funciona de una forma muy parecida a ella con la particularidad de que puede tener un saldo negativo hasta el límite concedido.
Por el contrario, en un préstamo la entidad financiera entrega una cantidad de dinero a la otra parte, la cual tiene la obligación de devolverlo en las condiciones y términos pactados. Una vez que haya devuelto todo el importe el contrato de préstamo finaliza.
Al tener la póliza la naturaleza de un crédito, lo que la diferencia del préstamo ya lo hemos expuesto en el punto anterior por lo que no tiene sentido repetirlo aquí (a él me remito).
Si me interesa en este punto llamar tu atención sobre lo siguiente: las pólizas son instrumentos pensados para cubrir necesidades puntuales de tesorería que se pueden producir en el desarrollo normal de un negocio. Esto supone que unas veces necesitaré utilizarla y otras podré devolver las cantidades que he retirado.
El préstamo, sin embargo, es la figura indicada para financiar inversiones porque estas suponen un desembolso de un importe que yo obtengo mediante el préstamo.
Por lo tanto, cuando un banco concede una póliza de crédito y el cliente dispone de ella prácticamente en su totalidad durante casi toda su duración, es muy habitual que cuando llega el vencimiento la entidad suela ser muy reticente a su renovación y proponga su cancelación o su transformación en un préstamo.
Por ejemplo: el banco me concede una póliza por importe de 30.000 euros por un plazo de un año. Yo utilizo los 30.000 desde el principio y casi todo el tiempo la tengo en el límite.
Al cabo del año renuevo en las mismas condiciones y nuevamente la tengo dispuesta prácticamente en su totalidad durante todo el tiempo, lo cual implica que no he llegado a devolver nada.
Pues bien, al cumplir este segundo año lo más probable es que la entidad me diga: “usted está utilizando esta póliza como si fuera un préstamo de 30.000 euros, porque retiró esa cantidad en su día y no la ha devuelto, por lo tanto ya no la renovamos más: o bien devuelve su importe o bien la transformamos en un préstamo”.
Y la postura del banco es lógica, porque lo que dice es: si lo que quiere o necesita es un préstamo yo le puedo dar uno y me lo va devolviendo como se devuelven los préstamos, lo que no voy a hacer es entregarle 30.000 euros y que los tenga en su poder un año tras otro y tras otro….
¿Qué es mejor préstamo o crédito?
Pues… Depende.
Será mejor un préstamo o un crédito en función de cual sea la necesidad que se tiene que cubrir:
- Si se necesita financiación para realizar una inversión o un desembolso importante de dinero (que no se tiene o que si se tiene pero no se quiere emplear en eso) la figura idónea es el préstamo.
- Si lo que se necesita es tener la posibilidad de disponer de un dinero para cuando haga falta lo mejor es el crédito.
Tratamiento contable
Es frecuente que las empresas recurran a fuentes de financiación ajena. Y en ese sentido, tanto el préstamo como la póliza de crédito, son opciones muy utilizadas.
Desde el punto de vista contable también hay diferencias entre ambas y si te interesa aprender sobre este tema solo tienes que hacer clic en los siguientes enlaces:
Cómo contabilizar una póliza de crédito
Recapitulando
- Un préstamo es un contrato por el cual una de las partes (prestamista) entrega una cantidad de dinero a otra (prestataria) que tendrá que devolverlo según las condiciones y términos pactados.
- Un crédito es una suma de dinero que la entidad financiera pone a disposición de su cliente de forma que éste podrá disponer parcial o totalmente de ella durante el plazo acordado y en las condiciones previstas. Llegado el vencimiento, deberá reponerla en su totalidad salvo que se pacte su renovación o ampliación.
- La principal diferencia entre préstamo y crédito consiste en que mientras que en el préstamo el dinero se entrega realmente en el crédito solo “se pone a disposición”, de forma que el beneficiario podrá hacer uso de él en el importe y momento en que lo considere conveniente.
- En el préstamo los intereses se devengan desde el inicio del contrato, sin embargo en el crédito sólo tendrán lugar por las cantidades retiradas y durante el tiempo en el que se hayan dispuesto.
- Otra diferencia entre préstamo y crédito es que mientras que el primero está más orientado a sufragar inversiones el segundo se utiliza más para sufragar necesidades puntuales de tesorería.
- Por lo anterior, el préstamo puede tener una duración de cinco, diez o más años y recurren a él tanto empresas como particulares. El crédito suele tener una duración inferior (uno o varios años, como mucho) y no suele ser utilizado por particulares.
Y hasta aquí llego con la diferencia entre préstamo y crédito. Espero que este artículo y sus ejemplos te hayan sido de utilidad.