El Factoring como Vía de Financiación para la Empresa

Para la empresa existen diferentes formas de obtener financiación y una de las que resulta menos conocida es el factoring. En este artículo te explicamos por qué puede ser muy beneficiosa.

Qué es el factoring 

El factoring es la figura por la que una entidad financiera abona anticipadamente el importe de una factura emitida por la empresa y esta le cede el derecho de cobro de la misma.

Con un ejemplo lo entenderás perfectamente:

El día 1 de junio, la empresa “Siete, S.L.” ha realizado una venta por importe de 20.000 euros. Su cliente es “Pink, S.A.”, con el que ha pactado un plazo de pago de 60 días. Celebra un contrato de factoring con una entidad financiera por el que esta le entregará su importe 15 días después de la operación y le cobrará 500 euros por su servicio. Así:

  • El día 15 de junio, “Siete S.L.” recibirá los 20.000 euros de la factura.
  • Como ha cedido el derecho de cobro a la financiera, esta será la que el día 30 de julio recibirá el importe de la factura por parte de “Pink, S.A.”.
  • “Siete, S.L.” asumirá los 500 euros que le cobra la financiera por sus servicios y que o bien se los habrá descontado de la entrega de los 20.000 euros (habiendo recibido 19.500) o bien se los pagará de forma independiente.

Normalmente, el precio de estas operaciones suele estar formado por unos intereses que se calculan sobre los días durante los que se adelanta el dinero y una comisión, pero los importes de cada uno de ellos varía bastante de unas entidades a otras.

Factoring sin recurso y con recurso 

La clasificación más importante dentro del factoring es la que distingue entre factoring sin recurso y factoring con recurso:

En el factoring sin recurso es la entidad financiera la que asume el riesgo de impago de la factura, de forma que la empresa percibe su importe anticipadamente y, además, no le afecta la posibilidad si el cliente no paga la factura en plazo o resulta insolvente.

En el factoring con recurso, por el contrario, el riesgo de impago recae sobre la empresa la cual, si llegado el vencimiento de la factura el cliente no la hace efectiva, tendrá que entregar su importe a la entidad de crédito.

Como es lógico, el factoring sin recurso es el más interesante para las empresas y, de hecho, en la práctica es el que más se contrata. 

 

El factoring como vía de financiación 

Al margen de otros instrumentos financieros, el factoring se erige con una excelente vía de financiación que permite a las empresas obtener liquidez a través del cobro anticipado de sus facturas. Y así, pueden ingresar el dinero como si operaran prácticamente al contado (si lo desean) sin perder la ventaja competitiva de la venta a crédito.

Es importante tener en cuenta, no obstante, que como ocurre en cualquier otra operación crediticia la entidad financiera va a exigir unos requisitos de solvencia para asegurar su postura. En este caso, la particularidad consiste en que esos mínimos habrán de cumplirlos también los clientes cuya factura se anticipa.

El principal inconveniente de esta opción es, quizás, que puede resultar más caro que otras alternativas.